En enero de 1962 se inauguró el primer remonte de Orcières-Merlette, el primer paso hacia un futuro brillante y vibrante. Un puñado de voluntarios decididos vio cómo su proyecto se hacía realidad. ¿Fue la creación de una estación de deportes de invierno en los Alpes del Sur un simple reto, o la firme convicción de que sería un éxito, o la imperiosa necesidad de «crear» puestos de trabajo en la región para mantener su vitalidad? Probablemente un poco de todo eso. «Cada uno tiene su especialidad: la mía, la nuestra, es cultivar los campos de nieve. He salvado a mi pueblo de la desertización a la que estaba condenado. He aportado una cierta riqueza a mi valle», resume Camile Ricou, alcalde de Orcières (de 1959 a 1965 y de 1983 a 1989) y fundador de la estación.
Lo cierto es que estos hombres eran perspicaces. Se dieron cuenta de que Orcières contaba con tres ventajas que todas las estaciones de deportes de invierno codician: un entorno intacto, nieve y sol. Más allá de esta formidable ventaja, Orcières siempre ha cultivado su propia identidad: la de una estación acogedora, atractiva… con un dinamismo que la ha convertido en pionera en muchos ámbitos: creación del primer Jardín de Nieve de Francia (1967), lanzamiento del programa Cartable à la Neige (1970), construcción de un Centro de Palais des Sports# y Ocio en 1986, inauguración del primer Telemix de Francia en 2003, puesta en marcha de la tirolina más grande de Europa en 2009, nuevo auditorio y creación del Espace Ecrins en 2017…
Más de medio siglo de innovaciones en hostelería y turismo… Hoy en día, tanto en invierno como en verano, la estación ofrece magníficas instalaciones de esquí y ocio, actividades insólitas y poco comunes, y siempre una acogida decididamente cálida… El lugar perfecto para soñar alto.